MARIAN IZAGUIRRE
Ed. Lumen, Barcelona, 2013
La vida cuando era nuestra es una
novela amable, de fácil lectura que en general nos ha gustado. Es entretenida.
Nos narra la vida de dos mujeres procedentes de mundos muy diferentes, que
tienen algo en común, han sido capaces de vivir con el hombre al que aman a
pesar de todos los convencionalismos existentes a su alrededor.
La novela nos cuenta dos
historias, la de Alice y la de Lola. Estas dos historias se van a cruzar en un
momento dado en el Madrid de la posguerra. A lo largo de la novela vemos que en
realidad hay dos tiempos narrativos. Uno es el que marca la novela que ambas
mujeres van leyendo poco a poco hasta el final del libro. Nos parece que esta
parte es la más conseguida y la que más nos ha gustado.
La novela presenta dos narradores
diferentes. Está en primera persona todo lo que cuenta Alice y la novela
incluida dentro de ella y en tercera persona la historia de Lola. Nos parece
que el hecho de que no cambie de registro ni de narrador cuando habla habla Alice,
hace que al principio estés un poco perdido leyendo y que, a veces, tengas la
sensación de que faltan páginas. Es evidente que la intención de la autora, al
usar esta primera persona en ambas narraciones, es llevarnos poco a poco a
descubrir que Alice es Rose y que en todo momento es ella la que nos cuenta su
historia. Creemos que, puesto que se trata de dos épocas diferentes, al menos
debería haber cambiado la forma de escribir, no usar un estilo tan contemporáneo
en todo momento.
Posiblemente a la novela le falte
un repaso final, pues es fácil detectar algunas incongruencias que se habrían
solucionado con ese repaso.
Aunque nos parece una historia
bonita, también creemos que es un poco superficial. La autora no ahonda en los
personajes y algunas de las tramas que nos cuenta resultan absurdas como la
familia de Rose. Es curiosa, por ejemplo, la actitud de Alice-Rose. Desde su nacimiento
le pasan cosas tremendas, pero parece que nada le afecta o por lo menos no lo
suficiente. Constantemente se está preguntada quién es, pero cuando descubre quién
es su padre y, especialmente, cuando averigua quién es su madre, da la
impresión que se queda como si en realidad no le importara.
Tampoco desarrolla muchos temas,
la infidelidad y el adulterio, presentes en toda la novela, tan solo están
tratados de pasada. Lo mismo ocurre con
la homosexualidad, la guerra…
Lo que nos resulta un acierto es
el título. “La vida cuando era nuestra” describe muy bien lo que quiere
expresar de la vida de estas dos mujeres. Alice vive durante su infancia una
vida que no le pertenece, no sabe quién es ni de dónde viene. Tan sólo cuando conoce
a Henry comienza a hacer lo que quiere y así nos la encontramos en Madrid. Por
el contrario Lola es una mujer que ha vivido al ritmo que le han ido marcando
sus impulsos y deseos hasta que la guerra Civil le trunca esa realidad. A
partir de ese momento tiene que vivir como una sombra. La vida ha dejado de ser
suya. Esto lo recalca muy bien la autora en las palabras de Lola “Añoro la vida
cuando era nuestra”.