lunes, 7 de diciembre de 2015

PRÓXIMA REUNIÓN

"El bar de las grandes esperanzas" de J.R. Moehringer será el libro que comentaremos en nuestra próxima reunión el día 13 de enero de 2016, como siempre a las 18:00 horas en IES María Moliner.
Hasta entonces, ¡¡FELICES LECTURAS!!

EL LECTOR DEL TREN DE LAS 6.27



Jean-Paul Didierlaurent
Ed. Seix Barral
Barcelona, 2015


                Un argumento original, la historia de cuatro seres que parece que no tienen nada que contar. Esta es la historia de unos seres solitarios, solos. Puede resultar curioso que sean  protagonistas de algo. Pero en esta novela lo son. Cuatro personajes, en principio anodinos, con una vida aburrida. Todos los días lo mismo. Su existencia parece triste y monótona. Cada uno con sus obsesiones, en algunos casos obsesiones casi existenciales.
                Guibrando el protagonista, necesitado de sus continuas manías, como contar pasos o coches aparcados, para sentirse vivo, fuera de su trabajo. Un lugar donde mueren definitivamente los libros. Como si se sintiera culpable de ese final, él recoge los pequeños fragmentos que quedan y los lee en el tren, los vuelve a dar vida. De esa forma no mueren del todo.
                Giuseppe, el antiguo compañero de trabajo, que perdió un día sus piernas, trituradas por “La Cosa” y que pasa su vida obsesionado con encontrarlas en los libros que se publicaron el día de su accidente.
                Yvon el guarda de la fábrica, incapaz de expresarse, excepto con versos  alejandrinos.
                Y por último, Julie. Ella será el detonante en el cambio que se produce en la vida de Guibrando. No es un personaje al uso. Es la protagonista de la historia que encuentra él en el metro. Sin saberlo, ella le cambia su vida. Es como si de repente su vida cobrara sentido y encontrarla se convierte en su meta.
                Ninguno de ellos es realmente lo que parece a simple vista.  Todos esconden algo y es necesario que así lo hagan, porque en el mundo en el que se mueven, nadie entendería que fueran otra cosa, como ocurre con Julie. Tiene que ocultar su ordenador, sus escritos, ella es una chica de los servicios de un Centro comercial y nada más; no puede tener otras aspiraciones, pero, en realidad, las tienen. Lejos de lo que pueda parecer es una persona culta, busca algo más, algo que no se encuentra en su trabajo.
                Hasta el momento de la aparición de Julie en su vida, Guibrando solo tiene a su pez, un  pez rojo. Él era el destinatario de sus confidencias. Gracias a su presencia Guibrando no está solo

“Sabía por experiencia la enorme diferencia  que había entre vivir solo y
 vivir solo con un  pez rojo”

                Muchos son los pasajes enternecedores del libro, como el de las dos ancianitas acercándose a él cuando espera el tren en la estación. De nuevo, la literatura, en forma de lectura compartida, da esperanza a seres solitarios, en este caso, los ancianos de un asilo.

                Para entender todo el sentido de este libro, hay que leer con atención la carta que Guibrando le escribe a Julie y que ella transcribe. En cualquier momento, en cualquier lugar, aparece algo que te cambia, que te hace ver lo que hay alrededor y te hace olvidar todo lo que en algún momento te hacía la vida insoportable:

“Hace poco tiempo descubrí que existía en este planeta un ser con el poder
de hacer que los colores fuesen más vivos, las cosas menos serias,
el invierno menos duro, lo insoportable más soportable, lo bello más bello

 y lo feo menos feo, en definitiva, de hacerme la existencia más hermosa”