LA TERNURA DE LOS LOBOS de Stef Penney
LA TERNURA DE LOS LOBOS
Stef Penney
Narrativa. Salamandra
Barcelona, 2009
El pasado 17 de marzo se reunió de nuevo el Club de Lectura del IES María Moliner. En esta ocasión el libro que se comentó fue “La ternura de los Lobos” de Stef Penney.
Todas estuvimos de acuerdo en que es un libro de fácil lectura. En general ha gustado, aunque algunas de nosotras esperábamos algo más. Es un libro que crea grandes expectativas al principio, pero que a medida que avanza la narración va dejando muchas de las historias sin cerrar. Es como una especie de cuadro en el que van apareciendo numerosos personajes e historias diferentes. Algunas de ellas se quedan por el camino. Así ocurre, por ejemplo, con la infancia de la protagonista. Se nos aportan datos poco a poco en las reflexiones que ella misma va haciendo, pero en ningún caso se cuenta cómo llegó allí, por qué causa, ni como salió.
Sin lugar a dudas lo mejor de la novela son las descripciones; son tan detalladas que, en algunos momentos, es posible al lector sentir lo mismo que están sintiendo los personajes. Es posible hacerse una idea de cómo era el Canadá de los pioneros sin haber estado allí nunca. El frío, el miedo, el temor hacia lo desconocido de los personajes es tan palpable que puedes sentirlo como lector.
Una de las preguntas que nos hicimos fue ¿Por qué este título?. Se barajaron diferentes opciones. Los lobos siempre aparecen en momentos difíciles para la mujeres, pero no las atacan, cuidan de ellas. Esto es lo que sucede en diferentes momentos de la narración, pero también se intuye que esto mismo pudo ser lo que ocurrió con las dos hermanas desaparecidas tiempo atrás.
Otra opinión era que frente a las mujeres, los personajes masculinos aparecen como lobos. Todos tienen su propio interés y raramente se preocupan del prójimo.
Realmente interesante ha resultado la doble narración. En primera persona, cuando ella va narrando su propia vida desde su infancia, sus alegrías, expectativas, esperanzas y desengaños. Y la narración en tercera persona que es la que nos va llevando a lo largo de la historia por un Canadá agreste, y salvaje.
La novela es como una película, visual y descriptiva. El final abierto recuerda a otros finales de película, en los que los protagonistas van desapareciendo poco a poco de la pantalla. La novela o la película acaban pero la vida debe continuar.
Leyéndola es fácil imaginarse cómo debió ser la vida de los pioneros en Canadá, personajes aislados, solitarios y nómadas, cada uno con su historia personal a cuestas, aparentemente sin ninguna relación entre ellos , pero cuyas vidas se entrecruzan en el camino en el paisaje, conformando una única historia alrededor de la cual pululan otras muchas.
Dentro del complejo mundo de los personajes destacan sin duda las mujeres; todas sin excepción, pero muy especialmente la protagonista, son mujeres duras y fuertes, mucho más que los hombres, capaces de superar cualquier adversidad que la vida les presente. Ellos , por el contrario, son personajes “blandengues”, preparados como los lobos para aprovecharse de todo y de todos.
Todas estuvimos de acuerdo en que es un libro de fácil lectura. En general ha gustado, aunque algunas de nosotras esperábamos algo más. Es un libro que crea grandes expectativas al principio, pero que a medida que avanza la narración va dejando muchas de las historias sin cerrar. Es como una especie de cuadro en el que van apareciendo numerosos personajes e historias diferentes. Algunas de ellas se quedan por el camino. Así ocurre, por ejemplo, con la infancia de la protagonista. Se nos aportan datos poco a poco en las reflexiones que ella misma va haciendo, pero en ningún caso se cuenta cómo llegó allí, por qué causa, ni como salió.
Sin lugar a dudas lo mejor de la novela son las descripciones; son tan detalladas que, en algunos momentos, es posible al lector sentir lo mismo que están sintiendo los personajes. Es posible hacerse una idea de cómo era el Canadá de los pioneros sin haber estado allí nunca. El frío, el miedo, el temor hacia lo desconocido de los personajes es tan palpable que puedes sentirlo como lector.
Una de las preguntas que nos hicimos fue ¿Por qué este título?. Se barajaron diferentes opciones. Los lobos siempre aparecen en momentos difíciles para la mujeres, pero no las atacan, cuidan de ellas. Esto es lo que sucede en diferentes momentos de la narración, pero también se intuye que esto mismo pudo ser lo que ocurrió con las dos hermanas desaparecidas tiempo atrás.
Otra opinión era que frente a las mujeres, los personajes masculinos aparecen como lobos. Todos tienen su propio interés y raramente se preocupan del prójimo.
Realmente interesante ha resultado la doble narración. En primera persona, cuando ella va narrando su propia vida desde su infancia, sus alegrías, expectativas, esperanzas y desengaños. Y la narración en tercera persona que es la que nos va llevando a lo largo de la historia por un Canadá agreste, y salvaje.
La novela es como una película, visual y descriptiva. El final abierto recuerda a otros finales de película, en los que los protagonistas van desapareciendo poco a poco de la pantalla. La novela o la película acaban pero la vida debe continuar.
Leyéndola es fácil imaginarse cómo debió ser la vida de los pioneros en Canadá, personajes aislados, solitarios y nómadas, cada uno con su historia personal a cuestas, aparentemente sin ninguna relación entre ellos , pero cuyas vidas se entrecruzan en el camino en el paisaje, conformando una única historia alrededor de la cual pululan otras muchas.
Dentro del complejo mundo de los personajes destacan sin duda las mujeres; todas sin excepción, pero muy especialmente la protagonista, son mujeres duras y fuertes, mucho más que los hombres, capaces de superar cualquier adversidad que la vida les presente. Ellos , por el contrario, son personajes “blandengues”, preparados como los lobos para aprovecharse de todo y de todos.
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