lunes, 18 de abril de 2011

LA CASA DEL MIRADOR CIEGO


La casa del mirador ciego.

Herbjorg Wassmo

Nordicalibros

Salamanca, 2010

Todas estamos de acuerdo. Nos ha gutado. Es una novela que llega dentro. La casa del mirador ciego es una novela llena de contrastes. el propio título parece una contradicción. ¿Cómo puede ser un mirador ciego? Parece que debería ser todo lo contrario, un mirador es precisamente para eso, para mirar.

La novela está escrita con una gran sensibilidad. El estilo está muy cuidado. el hecho de que esté narrado en tercera persona, pero en realidad lo que leamos sean los pensamientos de Tora, la protagonista, le da a la novela su aspecto más intimista. En realidd toda la narración es un contraste entre el exterior, lo que ocurre en el pueblo y el interior, lo que siente, piensa, sueña o imagina nuestra protagnista.

Toda la trama discurre alrededor de algo que está latente y que Tora llama la "peligrosidad"

"Manos. Manos que llegaban en la oscuridad. Eso era la peligrosidad. Manazas duras que agarraban y apretujaban"

El tema del abuso se siente, se huele a lo largo de todo el relato, a veces incluso resulta angustioso. En algunas escenas, el lector parece que está esperando ese desenlace, pero no se produce y cuando ocurre, cuando la autora lo narra, lo hace con tanta sutilzia y delicadeza que a veces te sientes la niña y a veces un espectador impasible.

El ambiente, el lugar en que se desarrolla la acción es reflejo de esa angustia interior de Tora. Es un pueblo pequeño, dentro de una isla. El aislamiento de los personajes parece total. El tiempo también es angustioso y dramático, años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Los habitantes son pobres, subsisten como pueden, pero se muestran desconfiados ante todo lo que pueda venir de fuera.

El personaje de Tora es brillante. Una niña que desde su nacimiento está marcada por ser hija de un soldado enemigo alemán. Ella es el reflejo del pecado de su madre. Todo el pueblo la considera "alemana, bastarda y roñosa".

A su alrededor nos encontramos con personajes de todo tipo.

Su madre, fría, distante, incapaz de comunicarse con su hija, de darle una muestra de cariño, ve en ella la causa de su desgracia. ¿Sabía ella que su hija sufría abusos por parte de su marido? Difícil respuesta. Parece que pesa en ella más el miedo y la vergüenza que su deber de madre; pero, por otro lado, se intuye su deseo de protección cuando deja de trabajar por la noche y su miedo cuando no le queda más remedio que volver a hacerlo.

El punto de contraste lo pone su tía Raquel. Su tía es alegre, comunicativa y parece que vivie en un mundo donde todo es "bonito". Tora disfruta cuando está con su tía.

Los personajes femeninos de esta novela son el reflejo de esa sociedad cerrada, dura y dominada por el miedo. Son luchadoras y fuertes. Tan sólo hay que fijarse en Sol, su amiga y vecina, en las mujeres de la fábrica y, sobre todo, en la maestra.

Los personajes masculinos son oscuros, duros y bruscos, especialmente el personaje de Henrik. Él es el causante del miedo, del desasosiego... Da miedo, pero, al mismo tiempo, es un ser inválido, incapaz de hacer nada y que actúa por venganza.

Un punto aparte en el elenco masculino lo ponen su tío Simón y su amigo Frits. En este último y en su amistad encuentra Tora momento de paz y de alegría. Le presenta un mundo nuevo, que haceque todo parezca posible.

En definitiva, una novela que merece la pena leerse y disfrutar desde el primer momento.

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