Ed. Salamandra,
Barcelona, 2014
“Nos vemos allá arriba” es una
novela de supervivencia.
Ambientada en
Francia en el final de la I Guerra
Mundial y los años posteriores. Describe
ambientes muy lúgubres, como la morgue, el urinario, los cementerios, la
batalla en trinchera. Las descripciones son tan reales que al leerlo te parece que
estás allí mismo y te resulta fácil entender cómo serían esos lugares.
Trata fundamentalmente de cómo
los soldados que volvieron intentan sobrevivir en una nueva época de paz, en
una Francia más pendiente de sus héroes muertos, que de los soldados que
consiguieron volver vivos, a los cuales arrincona y obliga a sobrevivir como
parásitos. Es una novela de pícaros.
La acción transcurre en dos años,
en tiempo de guerra y en tiempo de paz. Es fácil establecer una relación entre
esta novela y Guerra y Paz. Encontramos una caracterización de tres personajes
de guerra y Paz: el padre y dos hijos. El padre, Péricourt, tirano, muy rico y
avaro. El hijo; Édouard, veleta e inseguro, siempre a la sobra de un padre al
que no consigue complacer. La hija, Madeleine, fea, solterona pero segura de sí
misma.
El narrador establece juicios de
valor, crítica, da notas de humor, muy a menudo satírico e irónico e incluso
cruel. Por ejemplo de Madeleine dice
“le recordaba a una
oca a punto de poner un huevo”
Describe a los personajes como si
fueran pícaros, incluido Péricourt, cuya fortuna tenía un origen oscuro y un tanto ilegal, excepto el
funcionario Merlín, que es el incorruptible y que se arrepentirá toda su vida
de no haber aceptado el soborno
“Merlín pega en el
informe los billetes del soborno, era el dinero que equivaldría a 10 años de
sueldo; no se quedó ni con 20 francos para que lustrasen los zapatones”
Los personajes protagonistas, Albert y Édouard
son los arquetipos de los soldados mutilados que regresaron de la guerra y que
son incapaces de encontrar su lugar en esa nueva Francia que prefiere mirar
para otro lado. Trastocados por la guerra y las experiencias vividas, nos
encontramos con un personaje paranoico, un tanto simple que no sabe o no quiere
decir que no a nada de lo que se le propone. Por esta razón, en numerosas
ocasiones se encuentra metido en callejones sin salida. El otro, Édouard es un
mutilado, homosexual, que nunca ha sido aceptado por su padre.
El tema de la novela es constantemente
la deuda que tienen el uno con el otro. Se salvan la vida mutuamente en
numerosas ocasiones. Esta deuda es la que marca el ritmo de la novela. Se nos
presenta como un círculo cerrado. Al principio de la novela Édouard salva de Albert, lo que le cuesta la suya
propia. En el hospital Albert cuida de Édouard intentando saldar esa deuda. Y
al final de la novela en el hotel de lujo en el que se esconde Édouard, de
nuevo Albert lo cuida.
Los demás son personajes con
mucha fuerza, muy bien caracterizados y construidos.
Péricourt, padre de Madeleine y
de Édouard, enérgico, astuto e inflexible, que crea una clientela política a su
alrededor.
Pradelle, corrupto, ambicioso,
aristócrata venido a menos, que es capaz de cualquier cosa por hacer fortuna.
Louise, la niña, cuyo papel parece
no tener importancia hasta que se revela como el personaje capaz de sacar a
Édouard de su ensimismamiento y depresión.
Alrededor de ellos se traza el
otro gran tema de la novela, el negocio de la guerra y la muerte, la corrupción
y la estafa. Personajes que juegan con los recuerdos de los vivos y con el
honor de los muertos, sin importarles nada más que su propio lucro.
“Pericourt pagó
finalmente 1400.000 francos, aunque la estafa era de 1.200.000 francos. Siempre
hay gente que se aprovecha “
Las últimas páginas presentan una
acción trepidante, como si se tratase de una novela policiaca. En ellas se
resuelven todos los interrogantes, la relación entre Madeleine y Pradelle, la de
Péricourt con su hijo Édouard, la de Albert con Pauline, el soborno de Merlín…
Con el epílogo da realismo a la historia
contando lo que les pasó después a los personajes que sobrevivieron.
Es una novela que nos habla de
unos hechos muy desconocidos para el público en general. La mayoría de las
veces sólo conocemos los grandes hechos históricos y no sabemos nada de lo
cotidiano. Es por ello que resulta una gran novela, que además está muy bien
escrita y es un placer leerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario